martes, 17 de octubre de 2023

Triunfar no siempre se refiere a "tener más", pero siempre significará a "ser mejor"

 


Dado que la carne y el espíritu están contrapuestos, las cosas del uno no las entiende el otro y las cosas del otro no las entiende el uno. Pablo escribiendo sobre esto a los de Galacia les dice “porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”.

 

Para el mundo, el éxito está normado por las metas que se alcancen en función de tres cosas: “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida”, pero como la misma Escritura señala de esto “el mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.

 

Es por ello que nuestro Señor en su momento señaló “no os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

 

Ese “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” ser refiere al correcto orden de prioridades que en el caso de los elegidos debe de haber, y, por cierto, la imagen del reino no es casual.

 

Un reino tiene cuatro cosas para ser tal: (1) un rey, (2) un territorio, (3) súbditos, y (4) leyes. Si falta una sola de esas cuatro cosas no puede hablarse de la existencia de un reino.

 

Ahora bien, de esas cuatro cosas las tres primeras nos quedan claras: El rey es el Padre por medio de su Hijo, el territorio es el universo entero con la tierra como el centro de operaciones, los súbditos somos todos los llamados a ser reyes y sacerdotes que califiquemos para ello manteniéndonos fieles hasta el final, pero ¿y las leyes, cuáles leyes podrían ser?

 

De nuevo retomemos lo dicho por Jesús para saber a qué leyes podríamos referirnos: “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia”. En ese sentido habría que ver cómo define la Palabra eso de “justicia”, siendo que la Escritura claramente señala que “todos tus mandamientos son justicia”.

 

Así que con esto ya tenemos identificados los cuatro elementos que conforman el reino, la cuestión ahora es ver si calificamos, ¿por qué?, porque nuestro mismo Señor en su momento dijo “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: más el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.

 

Así que, mientras andamos por el Camino en pos de las promesas que se nos han dado mantengamos el correcto orden de prioridades, no sea que ganando el mundo perdamos nuestra alma, después de todo triunfar no siempre se refiere a "tener más", pero siempre significará a "ser mejor".

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

 

Referencias:

Gálatas 5:17; Romanos 7:18; 1 Juan 2:16-17; Romanos 13:14; Salmos 119:172; Deuteronomio 6:7; Mateo 7:21; Romanos 2:13; Mateo 16:26; Lucas 9:25


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