martes, 15 de agosto de 2023

Perder el camino no es tan malo, además que siempre puedes retomarlo, te permite ver paisajes que no conocías

 


Sin duda alguna que la lucha del elegido es contra el Enemigo, el Mundo y la Carne, espiritualmente hablando, Pablo, sobre esto, escribiendo a los de Éfeso les dice “porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.

 

Con todo y todo, es más que evidente que dada nuestra actual condición débil, torpe, rebelde y cobarde, nuestro andar por el Camino no estará exento de tropiezos, de caídas, Juan en su primera carta sobre esto señala “hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. El hecho de comenzar Juan esa cita con ese “hijitos míos” es un indicativo que se dirige a la iglesia, no a los paganos, de esta forma queda claro que los elegidos pueden –como posibilidad, no como permiso- tropezar, caer.

 

Los dos puntos anteriores crean un conflicto en todo aquel que, respondiendo al llamado del Padre ha venido a salvación al presente siglo: Por una parte, el indicativo a vivir en santidad, por otra la realidad de la propia carnalidad que nos lleva a tropezar, a caer.

 

Esto último puede ser desmoralizador para el elegido, en el mejor de los casos, sino es que incluso hasta devastador, en el peor de los casos, llevándolo a dejar su andar por el Camino.

 

Con todo y todo, y sin pretender hacer una apología del pecado, teniendo en cuenta la realidad anterior, es bueno ver eso a la luz de la Palabra ya que, como ella misma lo indica, incluso de lo malo Dios puede sacar no solo algo bueno sino incluso algo excelente.

 

Si hay una constante en la Escritura es precisamente la referida a la debilidad, la torpeza, la rebeldía y la cobardía de los seres humanos, con todo y todo ¿se ha trastocado el plan de Dios para con la humanidad?, es claro que no, luego entonces incluso, o más bien: a pesar de ello, Dios cumple sus propósitos, como lo señala Isaías en su libro: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”.

 

Déjame te pregunto algo, ¿a quién pondrías tú al frente de tu congregación, al frente de tu iglesia?, supongo a aquel que viva de manera ejemplar en cuanto al llamamiento, ¿verdad?, y ¿al frente del pueblo de Dios?, más aún: A alguien que viviera perfecta y santamente, ¿verdad?, pero, ¿sabías que un adúltero, un homicida, un mentiroso será quien esté al frente de Israel en el reino venidero?, Ezequiel, sobre esto, en profecía dice: “Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis ordenanzas y guardarán mis estatutos y los cumplirá”.

 

Todos conocemos la historia de David, sabemos del adulterio, del homicidio y de las mentiras en que incurrió ¡después de haber sido ungido con el Espíritu de Dios!, pero también sabemos de la restauración que Dios hizo en Él cuando, reconociendo sus faltas, le permitió lo restaurara. Viendo al pueblo histórico de Israel, adúltero, homicida y mentiroso –tan así que Dios les castigó-, ¿qué mejor para liderarlos que alguien que comprende esa debilidad pero que al mismo tiempo ha sido restaurado por Dios?

 

De nuevo: Esto no es una apología del pecado. El pecado es algo con lo que constantemente peleamos como parte de nuestro llamamiento, pero ante la realidad de los tropiezos y caídas, debe quedarnos claro que incluso de ello Dios sacará algo excelente para replicar su carácter en nosotros y que es esa humildad que surge de la empatía hacia los demás al haber padecido lo mismo que ellos padecen, así que ya lo sabes, perder el camino no es tan malo, además que siempre puedes retomarlo, te permite ver paisajes que no conocías.

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

 

Referencias:

Efesios 6:12; 1 Corintios 15:50; 1 Juan 2:1; Romanos 8:34: Isaías 55:10-11; Jeremías 23:20; Ezequiel 37:24; Jeremías 30:9


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