martes, 25 de octubre de 2022

Tres consejos: piensa con el corazón, siente con la mente y vive con todo tu ser

 


Tal vez de inicio el titulo anterior te haga ruido, después de todo nosotros pensamos con la mente y sentimos con el corazón, no al revés como dicho título señala, pero la idea, como elegidos, es precisamente mesurar ambas cosas.

 

Fíjate como en su momento Jesús les dijo a los religiosos de su tiempo: “¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es a saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro”. ¿Te fijas?, Jesús no opta por una u otra cosa, juicio o misericordia, sino que claramente señala que ambos deben ir a la par.

 

Todos conocemos la historia de la mujer adúltera presentada ante Jesús: “…los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”.

 

¿Te fijas?, los escribas y fariseos, en estricto sentido normativo, estaban más que apegado a la Ley, pero Jesús no se queda solo con la cuestión intelectual sino que la modera con la cuestión emocional, es así como eso de que “acusados por su conciencia salían uno a uno” hace referencia a que cayendo en cuenta de aquello a donde quería llevarlos Jesús no pudieron seguir solo su razonamiento intelectual, la justicia pues, sino que tuvieron que moderarlo con la cuestión emocional, entiéndase misericordia.

 

No es que ambas partes esté en conflicto, sino que ambas, a saber: la justicia y la misericordia, como piernas, deben ayudarnos para avanzar por el Camino. Dicho de otra forma, la justicia no debe llevarnos a condenar ni la misericordia a exonerar, por eso Jesús termina su encuentro con la mujer adúltera diciendo “Ni yo te condeno; vete, y no peques más”, hay juicio, pues al pecado le llama pecado, pero hay misericordia cuando no la condena.

 

Dicen que para que un ave pueda volar necesita lo mismo extender las alas que plegarlas, si nomás hiciera una de las dos cosas no podría levantar el vuelo. Los elegidos, de igual forma, no podemos solo usar la justicia de la Ley para avanzar en el Camino, necesitamos de la misericordia del corazón para reflejar en nosotros el carácter perfecto y santo de nuestro Padre Dios, así que ya sabes, tres consejos: piensa con el corazón, siente con la mente y vive con todo tu ser.

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 


Referencias:

Mateo 23:23; Lucas 11:42; Jeremías 22:3; Juan 8:3-11; Hechos 4:7; Juan 5:14


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