El
camino hacia las promesas que se nos han dado no es un andar que vaya a tener
su recompensa solamente al final, si bien es cierto que la cumplimentación de
plan de Dios para cada uno se logrará plenamente en el futuro, en la
actualidad, mientras se avanza hacia ello, hay muchos logros que el elegido va
consiguiendo.
Si
hubiera un solo logro al final de nuestro andar sin tener pequeñas victorias en
el mismo, Pablo escribiendo a los de Éfeso no les hubiera exhortado diciendo “sobre
todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego
del maligno”. Esos dardos del maligno es más que evidente tienen su realización
en el presente siglo, mientras moramos en esta carnalidad, luego entonces todos
esos dardos de fuego a los que hace mención Pablo son aquellas tentaciones que
buscan hacernos caer pero que podemos, con la ayuda del Espíritu de Dios,
vencer.
Sobre
esto mismo Pablo se extiende al escribir a los de Roma cuando señala “y no solo
esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación
produce paciencia; y la paciencia, prueba;
y la prueba, esperanza; y la esperanza
no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que nos fue dado”. Este proceso del que habla Pablo solo
puede darse en el tiempo actual, por lo que la consecución de lo que él mismo
señala se da paulatinamente, de logro en logro, en la actualidad.
Jacobo,
el medio hermano de Jesús, hablando del mismo tema señala “hermanos míos, tened
por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de
vuestra fe produce paciencia”. De nuevo: Solo en el presente siglo pueden darse
estas pruebas, solo en la actualidad dichas pruebas van generando en nosotros
esa paciencia, luego entonces hay pequeños logros al respecto en nuestro andar
hacia las promesas que se nos han dado.
Pablo
en su segunda carta a los de Corinto les dice “más a Dios gracias, el cual nos
lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en
todo lugar el olor de su conocimiento”. Dicha cita de nuevo deja ver esas
conquistas que en nuestro camino vamos experimentando mientras llegamos al
final de nuestro andar.
El
resultado de todo este proceso Pablo lo resume en esa misma carta, más delante,
cuando señala “por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma
imagen, como por el Espíritu del Señor”, lo cual lo deja aún más claro cuando
escribiendo a los de Éfeso les indica la conclusión de todo esto cuando dice “hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a
un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.
El
andar de los elegidos por el Camino no implica que los logros de lo mismo solo
se tendrán al final, si bien es cierto que al final el plan de Dios se habrá
cumplimentado en cada uno, de igual forma en este andar se van experimentando
pequeños logros relativos al mismo que motivan el caminar, dicho
metafóricamente puede señalarse que la cima de la montaña te permitirá descubrir más montañas que están
esperando por ti.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Referencias:
Efesios
6:16; 1 Tesalonicenses 5:8; Romanos 5:3-5; Mateo 5:12; 2 Corintios 2:14; Juan
16:33; 2 Corintios 3:18; Romanos 8:29; Efesios 4:13; 2 Pedro 1:4
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