martes, 4 de junio de 2024

Recuerda: El esfuerzo es momentáneo, el triunfo es para siempre

 


La naturaleza de nuestra carne nos hace, para los elegidos, pesado el andar por el Camino, pero la esperanza de las promesas recibidas nos motiva a seguir avanzando.

 

Pablo, sobre este sufrir, nos dice “que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”.

 

Así Pablo reconoce que nuestras propias limitaciones como carnales nos genera un dolor, un sufrimiento mientras nos esforzamos por alcanzar las promesas que se nos han dado, pero también Pablo reconoce que lo que dichas promesas lo motivan a avanzar pues superan en sí lo que ahora se padezca.

 

Sobre esto, escribiendo a los Romanos, Pablo señala “pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”.

 

Pensemos en esto: Lo que esperamos obtener creemos es superior a lo que ahora padezcamos, ¿y qué es lo que esperamos recibir?

 

Respondiendo a esto sabemos que recibiremos la vida eterna, pero una vida eterna en gloria, pero ¿qué significa esto?, “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman”.

 

Así que de esta forma, si bien en efecto en el presente siglo padecemos, lo que padecemos incluso abona a la gloria que hemos de recibir: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

 

El andar por el Camino a las promesas que se nos han dado cansa, duele, frustra, eso es por la misma naturaleza carnal que tenemos, pero esta carnalidad, cuando seamos resucitados/transformados será quitada y la gloria que en nosotros habrá de rebelarse se hará presente para quedar por siempre, así que recuerda: El esfuerzo es momentáneo, el triunfo es para siempre.

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx


 

Referencias:

2 Corintios 4:8-9; Santiago 1:2-4; Romanos 8:18; Hechos 20:24;1 Corintios 2:9; 1 Pedro 1:12; 2 Corintios 4:17-18; Salmos 30:5


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