martes, 4 de abril de 2023

Es natural frustrarse a veces, lo que no es natural es creer que pateando el camino se avanzará en él

 


¿Te has dado cuenta, en el caso de los elegidos, lo mucho que nos frustramos, nos entristecemos, nos deprimimos cuando tropezamos o caemos?, ese sentimiento, paradójicamente, en vez de hacerte ver menos como un hijo de Dios debería hacerte ver el trabajo que el Espíritu ha comenzado en ti, ¿por qué?, porque si siguieras siendo del mundo aquellos tropiezos, aquellas caídas, no te molestarían en nada, siendo que, al ser lo contrario, algo ha comenzado a cambiar en ti haciéndote sentir mal cuando suceden esos reveses en el andar por el Camino.

 

Sobre esto, Pablo escribiendo a los de Corinto, en su primera carta les dice “¿no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”.

 

Eso de “esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”, quiere decir lo señalado al inicio: El haber venido a salvación ha comenzado un cambio en nosotros que ahora nos hace ver mal lo que antes veíamos como bueno ya que hemos comenzado a verlo con los ojos de Dios, no los nuestros.

 

Pero enfocándonos en ese sentimiento natural de frustración, tristeza o depresión al tropezar o caer en el Camino en tanto vamos en pos a las promesas que se nos han dado, David en su momento señaló “¿por qué te abates, alma mía, y [por qué] te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez [por] la salvación de su presencia”, de igual forma Pedro, en su primera carta señala “echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros”

 

Ante esto, tal vez el mejor ejemplo sea el que Pablo nos ha dejado cuando señala escribiendo a los de Filipo, “hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.

 

En el caso de los elegidos es natural sentirnos mal al caer o tropezar en el Camino, después de todo el conocimiento que se nos ha comenzado a dar por el Espíritu de Dios en nosotros nos muestra lo que es malo, según Dios, y que antes no veíamos así, con todo y todo nuestra esperanza debe estar en Aquel que nos llamado a salvación motivándonos a levantarnos y seguir nuestro andar, después de todo es natural frustrarse a veces, lo que no es natural es creer que pateando el camino se avanzará en él.

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

 

Referencias:

1 Corintios 6:9-11; Romanos 8:30; Efesios 2:1-5; Salmos 42:5; Lamentaciones 3:24; Salmos 71:14; 1 Pedro 5:7; Salmos 55:22; Mateo 6:25; Filipenses 3:13-14; Lucas 9:62; Hebreos 6:1


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