¿No
se te hace un poco curioso que de todas las características humanas el humor,
el bueno humor, sea una de las que menos se le adjudican al Padre o al Hijo?,
¿o no será esto así?
En
Génesis, cuando Dios se proponía crear al ser humano, claramente señaló que eso
se haría siguiendo el patrón de la semejanza divina: “Entonces dijo Dios:
Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en
los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”, luego entonces las
características que como humanos mostramos, aunque imperfectas, son un reflejo
de las características divinas.
Esto queda claro en la Escritura cuando de Dios o su Hijo
se nos dice que se enoja, se alegra, se entristece, se encela, siente amor, es
misericordioso y demás, ¿debería ser diferente en cuanto al humor, el buen
humor que los humanos compartimos?
El buen humor a una actitud humana de tomarse la vida con
alegría. Muchas citas de la Escritura adjudican esta cualidad al ser humano: “Tú
pusiste en mi corazón más alegría que la de tener trigo y vino en abundancia”,
“un corazón alegre le hace bien al rostro, pero las penas del corazón abaten el
ánimo”, “regocíjense en el Señor siempre. Y otra vez les digo, ¡regocíjense!”,
todo lo cual pasa por tener un sentido del humor, pero en el caso de Dios o su
Hijo, ¿esto es así?
A veces tendemos a pensar el Dios o en su Hijo como
personajes serios, casi malhumorados, pero la Escritura da evidencia de que
esto no es así, que en ellos hay gozo, alegría, y sí: también con buen humor.
Pablo escribiendo a Timoteo le habla del “glorioso
evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado”. La palabra
“bendito” referida a Dios se ha traducido del griego μακαρίου, makariou, que
también significa feliz, de hecho esa palabra deriva del girgo μακάρ, makar,
que también tiene el mismo significado: feliz. De esta forma Dios también tiene
buen humor.
Pero hay una cita muy interesante que permite ver en el
Hijo ese buen humor que los humanos también mostramos: Cuando unos fariseos van
a prevenir a Jesús para que huya pues Herodes buscaba matarlo, Jesús les dice “Id,
y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y
mañana, y al tercer día termino mi obra”. La manera en que Jesús se refiere a
Herodes, si bien es una analogía procedente referida a lo ladino, malicioso y
marrullero del personaje en cuestión, no deja de incorporar el buen humor para
ello al referirse a él como una zorra.
La Biblia no es un libro de bromas o relatos
humorísticos, pero las pinceladas que sobre el Padre y el Hijo presentan
permiten ver que, al igual que nosotros, hay alegría y gozo en ellos, siendo
que el buen humor es parte intrínseca de ello así que recuerda: el humor es el
lubricante del engranaje de tu existencia.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
Referencias:
Génesis 1:26; Éxodo 32:10-11; Números 11:1-2; Lucas 15:4-6;
Mateo 18:12-13; Juan 11:35; Lucas 19:41-42; Éxodo 34:14; Nahúm 1:2; 1 Juan 4:8;
2 Corintios 13:11; Éxodo 34:6-7; Números 14:18; Salmos 4:7; Proverbios 15:13; Filipenses
4:4; Lucas 13:32
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