martes, 8 de febrero de 2022

Recuerda: el humor es el lubricante del engranaje de tu existencia

 


¿No se te hace un poco curioso que de todas las características humanas el humor, el bueno humor, sea una de las que menos se le adjudican al Padre o al Hijo?, ¿o no será esto así?

 

En Génesis, cuando Dios se proponía crear al ser humano, claramente señaló que eso se haría siguiendo el patrón de la semejanza divina: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”, luego entonces las características que como humanos mostramos, aunque imperfectas, son un reflejo de las características divinas.

 

Esto queda claro en la Escritura cuando de Dios o su Hijo se nos dice que se enoja, se alegra, se entristece, se encela, siente amor, es misericordioso y demás, ¿debería ser diferente en cuanto al humor, el buen humor que los humanos compartimos?

 

El buen humor a una actitud humana de tomarse la vida con alegría. Muchas citas de la Escritura adjudican esta cualidad al ser humano: “Tú pusiste en mi corazón más alegría que la de tener trigo y vino en abundancia”, “un corazón alegre le hace bien al rostro, pero las penas del corazón abaten el ánimo”, “regocíjense en el Señor siempre. Y otra vez les digo, ¡regocíjense!”, todo lo cual pasa por tener un sentido del humor, pero en el caso de Dios o su Hijo, ¿esto es así?

 

A veces tendemos a pensar el Dios o en su Hijo como personajes serios, casi malhumorados, pero la Escritura da evidencia de que esto no es así, que en ellos hay gozo, alegría, y sí: también con buen humor.

 

Pablo escribiendo a Timoteo le habla del “glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado”. La palabra “bendito” referida a Dios se ha traducido del griego μακαρίου, makariou, que también significa feliz, de hecho esa palabra deriva del girgo μακάρ, makar, que también tiene el mismo significado: feliz. De esta forma Dios también tiene buen humor.

 

Pero hay una cita muy interesante que permite ver en el Hijo ese buen humor que los humanos también mostramos: Cuando unos fariseos van a prevenir a Jesús para que huya pues Herodes buscaba matarlo, Jesús les dice “Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra”. La manera en que Jesús se refiere a Herodes, si bien es una analogía procedente referida a lo ladino, malicioso y marrullero del personaje en cuestión, no deja de incorporar el buen humor para ello al referirse a él como una zorra.

 

La Biblia no es un libro de bromas o relatos humorísticos, pero las pinceladas que sobre el Padre y el Hijo presentan permiten ver que, al igual que nosotros, hay alegría y gozo en ellos, siendo que el buen humor es parte intrínseca de ello así que recuerda: el humor es el lubricante del engranaje de tu existencia.

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx

 

 

Referencias:

Génesis 1:26; Éxodo 32:10-11; Números 11:1-2; Lucas 15:4-6; Mateo 18:12-13; Juan 11:35; Lucas 19:41-42; Éxodo 34:14; Nahúm 1:2; 1 Juan 4:8; 2 Corintios 13:11; Éxodo 34:6-7; Números 14:18; Salmos 4:7; Proverbios 15:13; Filipenses 4:4; Lucas 13:32


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