martes, 19 de mayo de 2020

Decide con sabiduría y valor: lo conveniente a veces no es correcto y lo correcto a veces no es conveniente



¿Cuántas veces en tu vida te has enfrentado a la decisión de hacer lo correcto o bien hacer lo conveniente? El Pueblo de Israel, de manera individual o colectiva, se enfrentó constantemente a esta situación y la gran mayoría de las veces decidía entre lo conveniente, por eso primero el reino fue partido y posteriormente ambos enviados al exilio.

Pero esta situación no pertenece al pasado sino, como deja ver la pregunta inicial, es una batalla que constantemente enfrentan los elegidos ¡incluso y con mayor razón en la actualidad!

Ahora bien, ¿qué es lo conveniente? Fíjate cómo es que la misma expresión indica un relativismo en cuanto a la valorización de las circunstancias. “Voy a decir la verdad… si es que es conveniente”, “voy a guardar el sábado… si es que es conveniente”… “voy a vivir conforme a mi llamamiento… si es que es conveniente”.

Ese relativismo implica que no hay verdades absolutas y si no hay verdades absolutas no existe un legislador absoluto al cual rendirle cuentas, ¿miras lo diabólico de tal razonamiento? ¡Más sin embargo es el pensamiento de la mayoría!, eso a pesar de la admonición de nuestro Señor Jesús quien exhortó a los de su tiempo y en su figura nos exhorta a nosotros en nuestro tiempo diciendo “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella”.

A eso conveniente se refiere la Escritura cuando señala que “hay camino que al hombre le [parece] derecho, pero al final, es camino de muerte”, esto porque “el camino del necio es recto a sus propios ojos, más el que escucha consejos es sabio”, quienes piensan y actúan así son aquellos que  “[…] no escucharon ni inclinaron su oído, sino que anduvieron en [sus propias] deliberaciones [y] en la terquedad de su malvado corazón, y fueron hacia atrás y no hacia adelante”.

¿Y lo correcto? Lo correcto está en función de la verdad ya que la mentira no puede, por naturaleza propia, ser lo correcto, pero dado que la Escritura señala  “que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es ordenar sus pasos”, entenderemos que entonces se requiere de una guía para ello, guía que sólo puede tener su fuente en la verdad, siendo que la Palabra de Dios es esa verdad que puede guiarnos, como dice Dios mismo en boca de David en uno de sus salmos “Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti”.

La próxima vez, ante la decisión de hacer lo correcto o más bien lo conveniente, antes de decidir por ti y para ti, con el riesgo de tropezar y caer, mejor, como dice la Palabra, “encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados”, así que decide con sabiduría y valor: lo conveniente a veces no es correcto y lo correcto a veces no es conveniente.


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor



Referencias:
Proverbios 14:12; Romanos 6:21, Proverbios 12:15; Gálatas 6:3; Mateo 7:13; Lucas 13:24; Jeremías 7:24; Nehemías 9:16-20; Jeremías 10:23; Isaías 26:7; Salmos 32:8; Isaías 48:17; Juan 17:17; 2 Samuel 7:28; Proverbios 16:3; Salmos 37:5

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