martes, 14 de mayo de 2024

Lo que ves en el mundo es un reflejo de lo que haces o dejas de hacer, así que menos queja y más acción

 


Sin duda alguna que toda la historia de la humanidad, desde la rebelión de nuestros primeros padres, ha sido un peregrinar por este mundo bajo el sufrimiento y la muerte, de este destino nos ha salvado nuestro Señor quien, cargando sobre sí nuestros pecados nos ha ganado redención plena.

 

Con todo y todo este mundo sigue siendo un mar de lágrimas, como escribe Pablo a los de Roma: “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;  y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo”.

 

Pero incluso en ese escenario el elegido puede hacer la diferencia, ¿cómo?, viviendo la fe de tal manera que realmente sea sal de la tierra y luz del mundo, ¿y esto como se hace?, siendo congruentes con el llamamiento del Padre al que se ha respondido para venir a salvación en el presente siglo.

 

Sobre esta congruencia que debe existir, Pablo en la misma carta a los de Roma señala “tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?  Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?  Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros”.

 

Así se nos establece una responsabilidad incluso de lo que el mundo ahorita es. En efecto, no podemos cambiarlo en su totalidad, eso será al regreso de nuestro Señor cuando inicie el Reino de Dios, pero sí podemos hacer la diferencia viviendo conforme a la fe que decimos profesar.

 

El elegido sabe que este mundo y sus pasiones pasa, pero también sabe que seguimos siendo parte de este mundo resguardados por Dios del mismo, de esta manera, si no nos gusta lo que en el mundo vemos, debemos vivir de tal forma, conforme al llamamiento, que hagamos un cambio en el mismo, después de todo lo que ves en el mundo es un reflejo de lo que haces o dejas de hacer, así que menos queja y más acción.

 

 

 

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.

Formación • I+D+i • Consultoría

Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

www.rocefi.com.mx


 

Referencias:

Génesis 3:1-24; 1 Timoteo 2:14; Romanos 3:24-26; 2 Corintios 5:21; Romanos 8:22-23; 2 Corintios 5:2; Romanos 2:21-24; Lucas 12:47; 1 Juan 2:17; 1 Corintios 7:31; Juan 17:15; Mateo 6:13


No hay comentarios:

Publicar un comentario