miércoles, 12 de junio de 2019

Cuida ante todo quedar bien contigo mismo, ¡eres la única persona que estará contigo toda la vida!


El cristiano no está ajeno ni al mundo ni a la sociedad en la cual se desenvuelve, Cristo mismo consciente de esto pidió al Padre por sus seguidores, no para que fueran sacados de aquí sino para que fueran guardados del Enemigo, con todo y todo en ocasiones el cristiano puede deslizarse y buscar más bien el agrado de los demás.

Esto no es privativo de uno, Pedro mismo tratando de no ser señalado por los judaizantes de su tiempo, se retraía de socializar con los paganos cuando aquellos venían, actitud que le ganó una reprimenda de parte de Pablo. ¿Qué quiere decir esto? Nada, simple y sencillamente que Pedro era un humano, como tú y como yo.

Con todo y todo “todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza”, así que de ello debemos aprender, ¿qué cosa? En este caso a quedar bien con uno mismo.

Esto de quedar bien con uno mismo, para el cristiano, implica clara y contundentemente poner a Dios primero que todo y en función de eso evaluar cómo nos sentimos en nuestra conciencia, por eso Pablo escribiendo a los Romanos les decía “¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios.
Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo que aprueba”

Juan en su primera carta señalará lo mismo al indicar que “si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios”, así que cuando se exhorta a quedar bien con uno mismo no es de una manera ajena e independiente de Dios, sino sujeta y sometida a Su voluntad usando nuestra conciencia a la luz de lo que el Padre espera de nosotros, ¿y qué espera? Nada más y nada menos que perfección y santidad, por eso Pablo ante Félix le decía “por esto, yo también me esfuerzo por conservar siempre una conciencia irreprensible delante de Dios y delante de los hombres”.

Como colofón de esto puede decirse que nuestra conciencia, el sentirnos bien con uno mismo, para el cristiano, implica poner a Dios primero que todo y en función de la fe y esperanza que deviene de ello buscar vivir conforme a Su voluntad, de ahí la importancia del examen de conciencia que Pablo presenta en su carta a los Gálatas: “¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”.

Cada uno rendirá cuentas ante de Dios de lo que hizo y de lo que no, de lo que creyó y de lo que dejó de creer, del testimonio que dando edificó o más bien destruyó, siendo que si nuestra conciencia no está cauterizada puede sernos de mucha utilidad para evaluar nuestro decir y nuestro hacer a la luz del Padre en Cristo Jesus por Su Santo Espíritu que mora en nosotros, así que cuida ante todo quedar bien contigo mismo, ¡eres la única persona que estará contigo toda la vida!


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor



Referencias:
Juan 17:15; Gálatas 2:11-14; Romanos 15:4; Romanos 14:22; 1 Juan 3:21; Mateo 5:48; 1 Pedro 1:16; Hechos 24:16; Gálatas 1:10; Romanos 14:12; 1 Timoteo 4:2

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